28 de enero de 2014

El Cicar Tegueste en caida libre

Nueva derrota del equipo entrenado por Itamar y esta vez ante todo un Pisaca enrachado. Partido perteneciente a la segunda vuelta, en la primera ganó Cicar Tegueste en casa de los hoy visitantes, que deja un balance provisional de 8-5. Lo que hace necesario volver a entrar en los puntos para mantener puestos de final a 4. Ahora comienza otra liga diferente donde hay posibilidades.

El primer cuarto se convirtió, como suele suceder, en la antesala de lo probable. Cicar Tegueste y Pisaca rivalizaban en canastas y en desaciertos. Pero algunos destellos hacían temer lo que luego fue el marcador. Cicar Tegueste se empeñaba en acciones poco claras y en lanzamientos de fortuna. Pisaca sumaba con más claridad en acciones más fáciles. El 14-20 se podía considerar normal.


También el segundo cuarto sirvió de muestra y aunque Pisaca controlaba el marcador no las tenía todas consigo. Cicar Tegueste mejoró en sus acciones y puso en aprietos a los visitantes, que para entonces ya le habían dicho a los árbitros de todo. Y es que los "nerviosos" estaban muy nerviosos según soplaran los silbatos, hasta algún espectador visitante, nervioso, transmitía inquina gratuita a los trencillas. Pero el cuarto se cerró con un empate a 14 como si no hubieran transcurrido los diez minutos: 28-34.

Y de nuevo, lo repetimos mucho en estas crónicas, el tercer cuarto se erigió en el juez y verdugo de la contienda. Un parcial de 0-6 hace que Pisaca rompa el encuentro. Se colocan 12 arriba y Cicar Tegueste empieza a cuestionar el cómo arreglar esto. Hay rotaciones y movimientos de banquillo, cambios en los marcajes, defensas mixtas, más carne en el asador. Pero el objetivo: que la pelota entre por el aro, no sucede con celeridad y Pisaca empieza a serenar su juego y a controlar el tiempo del cuarto. Así hasta el pitido final que deja el 38-58 para resolver si se puede en el siguiente parcial.

Y todos a la cancha. Tan solo habían pasado dos minutos y el marcador mantenía la misma diferencia: 40-60. Aquí aparece la descalificante a dos jugadores, uno por bando, que se habían enfrascado en una disputa poco deportiva. El ambiente se caldeó y la tensión podía más que la deportividad. Unos minutos detenido el encuentro y cada uno se dirigía a su banquillo más cercano con sus más y sus menos. Partido finalizado y restaban 7 minutos ya sin historia. Concluyendo con 53-68 a la señal de la bocina.

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